Hubo una larga pausa
entre mi ser y mis versos,
la mente vacía y gris,
sin emociones,
sin luz.
Tantos años muertos,
letras marchitas
en silencio,
cenizas de viejos poemas,
pesares en tinta seca.
Lágrimas que no se escribieron,
amores que fueron sueño,
una vida con rumbo incierto,
un alma
sin sentimientos.
Noches de desvelos,
en la garganta
nudos eternos,
fantasías de encierro,
ecos de anhelos poéticos.
Silencio… se rompe la mordaza,
la boca habla
sin pronunciar palabras,
escriben las manos
hacia la ventana.

Wendy Moya
@verchiel.poesia
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