En las madrugadas frías
y sedientas de un alivio
despierto embriagado de palabras en la boca
la tinta me pinta los dedos
buscando las respuestas y las verdades
que el agua de los días
y el licor de los atardeceres
no me conceden
la tinta me atraviesa la piel
y apenas si advierto que en un segundo
… la tinta
se me ha puesto en la cabeza
y se me ha hecho vino
y me ha llenado una copa
la tinta es una lava que transita
mi cuerpo y mi memoria
dejando a su paso
las cicatrices del vacío
la tinta me está pidiendo
correr por mis venas
pero la tinta no es mi sangre
la tinta son las palabras que rebalsan mis pensamientos
de todo lo guardado
de todo lo que daña
de todo lo que hiere
de todo lo que oculto
desde que te has ido
desde que te has ido, mi sueño
desde que te has marchado, mi delirio
desde que no encuentro la paz
en lo sereno
serenidad que me aterra
y amenaza con marcharse
y no sé qué hacer mientras se queda,
mientras un sinsentido
pareciera querer instalarse
entre mis días y mis guerras
la tinta…
la tinta en la copa
parece vulnerable
y mis labios la desean
y mis manos temblorosas
no quieren tocarla
por temor a volcarla
por miedo a perderla
la tinta son las palabras atoradas en la garganta
y que se empujan entre ellas
compitiendo por salir en un grito desesperado
la tinta,
mientras escribo,
me regala la libertad
… y su condena.

Ariel Villaverde
@_arielvillaverdeletras
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