1 minuto

Florecer

En la penumbra de lo inevitable,
en la dicha y desdicha de ser humano;
florecer o nada, como si un mandamiento vegetal
guiara nuestros cuerpos efímeramente animales.

Y más que animal, florece todo lo rozado por la mente.
Florece una máquina de escribir, por ejemplo,
cuando entierra letras en el papel y sus textos ascienden
en un tallo metálicamente invisible.

Florece tu rostro cuando me sonríe;
y cuando yo te miro y derramo en tus manos mis versos
y el alma brota de golpe y se acurruca en tu cuello
florecemos juntos, y eso, es mejor.

Niña errante, algunos de mis versos
surcarán lo que se interponga entre nosotros;
y como lanzas de luz que apuñalan una semilla,
te harán florecer.

Imagino tu cuerpo recostado en la nieve,
y te veo ancha como los campos o
como la ondulada piel del mar.
El mar, tan inagotable y sereno también florece,
en racimos de peces y cardúmenes de arena
que andan sus entrañas líquidas.

Kabur
@kaburrrrrr
Leer sus escritos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Entradas relacionadas

A %d blogueros les gusta esto: