Ser un hombre es echarle sí o sí cojones
y así no se aprende a gestionar las emociones.
Ser un galán gallardo lleno de dones.
Capaz de domar sirenas y diezmar leones.
Es colmarse de galardones y alardear.
Regalarse a la masculinidad tradicional.
Competir y competir hasta por fin petar.
Víctimas morales del modelo patriarcal.
Un hombre aprende a hacer lo que debe;
no lo que quiere; menos lo que desea.
Seguro de sí mismo, atractivo y fuerte.
Si no trabaja, lo etiquetan como «un mierda».
Resuelve los problemas violentamente.
Hijo de madre nutricia y padre ausente.
Obligado a asimilar muchas lecciones
cuando las erecciones nublan la mente.
Ser hombre es consumir más litros que libros.
Vibrar muy bajo y disfrutar haciendo ruido.
Ser muy sociable y tragarse los conflictos.
Aparentar firmeza estando hecho añicos.
Es progresar bajo la imagen de peligro
que sienten las mujeres al cruzarse contigo.
Que tus suegros desconfíen de tu palabra.
Que un abrazo represente el mejor abrigo.
Luchador o abogado, no pintor ni bailarín,
y si eres poeta olvídate de ser viril.
Vivimos rezagados en la mente de mandril.
Difícil que cambie por ahora, pero en fin…
yo no soy un hombre; yo solo soy Zenrir.

En estos tiempos, no todo hombre está obligado a ser un ‘macho’.
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Un macho entre comillas no, pero es que macho entre comillas es lo que yo llamo hombre, es decir, el constructo social empleado para dirigir el comportamiento del macho de la especie Homo Sapiens. Ya que somos machos y hembras, eso es a nivel sexual, no de género. El género sería hombre y mujer, además de todos los géneros que existen actualmente y que se incluyen en el colectivo LGTBIQ+ donde hay transexuales, no binarios, etc. Sin embargo, como he comentado a eticadiaria, es difícil no sucumbir al adoctrinamiento social y cultural de lo que es un hombre hecho y derecho, un «macho», (alto, guapo, exitoso, con dinero, seguro de sí mismo, duro, implacable, sexualmente atraído por mujeres… Tenemos que alejarnos de los cánones sociales establecidos para poder gozar de una libertad real, ajena a los constructos sociales. Muchas gracias por tu comentario Julio y un fuerte abrazo para ti también.
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ser hombre…mejor sería tornarnos humanos y renunciar a lo plasmado en el rol de género masculino…
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Totalmente, es el rol de género lo que nos divide socialmente a nivel humano, más allá incluso de las ideologías. Este poema lo escribí tras participar en un curso de la Asociación Victoria Kent, que se llama Fortaleciendo Iguales (25) horas. Además del curso, leí por mi cuenta XY La identidad masculina, de Elizabeth Badinter y toda esta información me hizo reflexionar sobre cuan distanciados estamos de ser personas por el mero hecho de estar socialmente predispuestos a X comportamientos solo por nuestro género (hombre o mujer). Y estamos socialmente predispuestos por los agentes socializadores, como son las familias, que provienen de una sociedad más machista que la nuestra y de la cual hemos aprendido por este contacto familiar y por el contacto con nuestros iguales, es decir, hombres y mujeres de nuestra generación que nos han influenciado, a su vez siendo influenciados por sus familiares y círculo cercano. El círculo vicioso de la retroalimentación del rol de género. Por trabajo y esfuerzo, las masculinidades positivas se acabarán imponiendo. Un homosexual no merece ser apalizado por ser homosexual. Ni un hombre tiene que sentir que traer dinero a casa es su único deber como persona. Es importante gestionar las emociones y como bien has dicho, tornarnos humanos, aunque mediante el adoctrinamiento cultural y social nos lo ponen difícil. Además, como hombre, aunque joven, he sido tanto verdugo como víctima en este juego social que no se elige del que no era tan consciente como soy ahora (más víctima que verdugo). Por ello, me pareció oportuno realizar este poema, pese a que se pueden decir muchas más cosas, ya que la incoherencia de los roles de género es abismal, pero decidí no alargarme más de lo necesario. Muchas gracias por tu respuesta eticadiaria y un fuerte abrazo.
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Recomiendo Sexual Personae de Camille Paglia.
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se necesita abrir el debate para que nosotros como hombres podamos modificar esos roles de género que nos hacen actuar sin ser consciente de lo que hacemos para ser parte patriarcado opresor y asesino tanto de lo femenino como de lo masculino…se nace hombre pero se hace humano….
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En nuestras manos está como bien has dicho dejar atrás esas conductas desfasadas y autodestructivas que nos impiden desarrollarnos como personas. Poco a poco y con esfuerzo conseguiremos cambiar, aunque sea a nosotros mismos 🙂
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Abre los ojos y hacercate a esos hombres, derriba la caricatura con relaciones y hechos. Soy un hombre con muchos amigos que tu describirias de machotes patriarcales. Esos hombres, esos heroes, sufren, lloran, aman, acompañan a sus hijos en las clases de música, karate y baile. Los hombres estan vivos y no encerrados en los prejuicios feministas, caricaturas muertas en sus manifiestos. Conozco muchos hombres, de todas edades, tamaños y colores. Hombres que aman sus mujeres e hijos, hombre que aman a otros hombre, hombres que aman a mujeres y hombres. Con luces y sombras y no los reconozco en tus palabras, no les haces justicia. No podemos acercarnos a la vida con filtros maniqueos, los hombre y mujeres somos creaturas hermosas y complejas, angelicales y malvadas. Incluso dentro de los estereotipos hay virtudes y belleza en la misma medida que maldad y corrupción. No existe tal cosa como un molde de hombre, sal al mundo, date un baño de humanidad, escucha hablar y observa a esos «machistas», te sorprenderá encontrar belleza y ternura donde solo esperabas ver oscuridad.
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Podríamos debatir, pero creo que no estás receptivo para el debate. Tienes tus convicciones. Yo hablo del rol de género. Tú hablas de todos en general. Yo no generalizo, hablo sobre lo que es el canon de hombre según la sociedad. Con esto quizás lo entiendas. El estado de WhatsApp de mi padre, con el que he tenido muy escasa relación es «Si alguien te lastima nunca se lo digas». Si eso no es mutilación emocional para ti, podemos dar por zanjado todo asunto. Y sí, también le he visto llorar y reír y tener amigos. La mutilación emocional, igual que la depresión, va más allá de lo que se ve y se cuenta.
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