Desvalido ante mi mirada oscura
sientes como desciendo a través de tus pupilas.
Despacio paladeo los trocitos de voluntad
que tomo de tu cerebro.
Atenazo tus cuerdas vocales,
no puedes gritar
agolpo tus latidos,
desorganizo los murciélagos que hago revolotear en tu estómago.
Convoco tu sangre
y en mi honor me hago erigir un obelisco
con tu erección incontrolable.
Con mi saliva
dibujo sellos goéticos
en tu piel estremecida.
No te resistas.
No hay exorcismo posible.
Ya te he insuflado mi aliento…
Te he tomado de entre los muertos para que me vivas.
Roberto Garcés Marrero
@rgmar84
Leer sus escritos