La luna fulgurante
parpadea entre nubes.
Su visión penetra la ventana,
elude las cortinas,
satura mis pupilas.
Posa
su atención indiscreta
fija en mi recámara,
alumbra esta cama
y a mi piel tendida en ella.
¿Qué busca?
¿Que indaga entre los pliegues de la sábana?
¿Disfruta verme acostado?
¿O acaso espera a
que caiga en un sueño profundo?
Tal vez lanzó su mirada al azar
y así, sin querer,
encontró mi sueño frustrado.
El ojo del cielo nocturno hechiza,
somete la vigilia a un trance.
La blancura de su espectro luminoso
esfuma el miedo.
Envuelve el cuerpo,
lo abduce.
Su luz enervante
vuelve de plomo mis párpados;
me lleva de a poco a descansar la vista.
Desea que me entregue al sueño
y yo sumiso cedo a su propuesta.
Le dejo al fin la guardia
sé que vela por mi.
Francisco R. Garcisán
@frgarcisan
Leer sus escritos
Hermoso escrito. Un placer disfrutar de sus letras.
Saludos.
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La Luna Hechiza y penetra al poeta; sabe que en El hay respuesta…La luna necesita de cortejo, y
mas si es un poeta que le habla. Felicitaciones. Ferran
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