Te he dejado mensajes junto a las flores,
he colgado tus memorias en los aleros de mi casa
para recordarte cada vez que llego de la calle.
Hay un poco de tu voz en el florero,
en cuando abro la alacena
y me salta a la cara un hilo de tu risa
que siempre se esconde entre los frascos.
Siento el hueco que dejas al bajarte de la cama,
las huellas al salir de la ducha.
Tu sombra a contraluz del sol de la tarde
que entra por las ventanas de la cocina.
Ya no sé cómo ocultarte en la noche
o en la mañana cuando me cuelgo el abrigo
y siento tu perfume que me rodea sin aviso.
Me estampa contra la pared
donde aguardan tus llaves,
donde cuelga tu sonrisa inmortalizada
en una fotografía.
Y siento el abrazo que me diste
antes de irte
o el que yo no te di
antes que te fueras de mi vida.
Andrés Torres Acuña
@andy.acunha
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