Tengo más de mil camas
en esta ciudad dormida,
en la que una papelera
es hoy mi mesilla de noche
y las farolas se conforman
con parecerse a las estrellas.
Camino por la acera sin vida
llevando mis escasas pertenencias
en un carro que,
quizá,
en otro tiempo
llenó despensas de familias
con más suerte que la mía.
Puede que esta noche
entre el agua a raudales
por las ventanas de mi casa
de cartón
o que el frío congele mis dedos,
encogidos bajo las noticias
sucias y olvidadas
de mi improvisada camisa.
El parque hoy cerrará pronto
y seremos varios ángeles caídos
los que vaguemos por sus senderos,
esperando una noche más
que entre las estrellas del cielo
haya un lugar para nosotros.

Daniel Mustieles
@daniel.mustieles
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