¿Cómo sigue la poesía
ahora que me he trasladado
al oscuro tras tu ventana?
Y el brillo de tu mirada no refracta
el cristal que se empaña,
que se quiebra,
mas no en el sabor de los colores
o el ruido blanco propagado.
Tu eco, estático,
ya no encuentra interferencias.
Los puntos ciegos
a mí me han acorralado.
No te veo más,
toda mácula se ha degenerado.
La cima de libros se despilfarra.
Bajo su polvo se riegan páginas,
palabras,
toda imagen que a tu placer
y semejanza
sublima su abismo en las olas.
Desterrada de la barca
que en su velo el naufragio ondeaba,
confirmo que todo empieza donde termina.
Entrópicos,
nuestro irreversible caos
nos alumbra transmutados.
Mañana despertaré
bajo la noche de un paraguas.
El aguacero de esta ciudad
habrá de encontrarte dormido,
como nuestros héroes muertos
en tumbas inenterrables.
Si no somos el olvido de ninguna memoria,
no nos caerá encima la sombra telescopio.
Habrás de leerme en un sueño
y yo escribirte con la nada.
Que yo no fui,
pero estuve.
Que tú no estuviste,
pero fuiste.

Marianela Garrido
@marianela.1l1
Leer sus escritos
Deja una respuesta