Me vi con los pies ensalitrados
en un portaretrato de madera
de una calidad inherente al tacto
al sentimiento que me transmitía
me vi sentada en la orilla
mojando mi turbia melena
haciendo carantoñas varias
a la fotografía que me guardaría
(al recuerdo inherente del éxito)
una fiel respuesta de toda una vida
tantas veces en lugares así
me vi a mi misma en un futuro claro
que olvidé saborear el dinámico presente
de olfatear fuerte mi alrededor para entender
quizá identificar
de dónde vendría el humo
de escuchar los sonidos agradables
también los que más me incordiaron
perdí todos aquellos sentidos
y me vi en una posición irreal
el futuro llegó y aquel retrato no se encontró
el recuerdo de aquellos momentos
donde la visión parecía capturadora y certera
se volvió extrañamente turbio e impalpable
después de tantas gotas de agua ver caer
más que ver, presenciar, escuchar y tocar
he podido entender
que la fotografía que describo
alardeante y con tanto detalle
siempre fue un pensamiento muy vívido
al que le dediqué todas mis fuerzas para grabarlo
como una historia para ser narrada
no por la sal involucrada ni la tosca humedad
más bien por lo vivido marchante con las olas
como si hubiesen espectadores que la necesitasen
cuando van bien ocupados
ensalitrando bien sus propios pies
creando la fotografía que un día imaginamos
mis expectativas conmigo.
Aurora Hernández
@liveaboutit
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