No pienso en el futuro;
no me atoro en los deseos.
Los dados seguirán botando.
Las agujas girando;
la gente muriendo.
Regálame silencio, paz, tranquilidad.
Abrazo la tristeza sin sentir temor.
Vaga mi mente en agradable soledad.
Aguanto el frío extremo y el calor.
Ellos ya no pueden influir en mí.
Han perdido por completo su poder.
Cuántos quedan a su merced…
Niños felices con su regaliz.
Despierta. Date cuenta.
Ellos quieren tu alma.
Inventan artificios y fantasías
para sodomizar la vacuidad.
No sanes tu madeja de
emociones con sus sucedáneos.
Llaman al monstruo a gritos;
solo al verlo arranca el miedo.
Miedo, el miedo se supera en
tormentas de polvo y ceniza.
Miedo, motivo de esa madeja.
A trabajos duros férreas fortalezas.
Usar la consciencia.
No solo la cabeza.
Dejémoslo para otro rato.
No daré más explicaciones.
Vamos a dormir abrazados.