Observo el fugaz reflejo
de una quimera perdida,
veloz se diluye, apresurada,
ante mis ojos rebosantes
de esperanza.
Me despido de tu silueta,
desaparece rápida
en el paisaje nevado
que ya siento lejano.
El traqueteo disipa mis dudas
¡estoy en el camino!
hoy me siento así:
Valiente
Llegamos hasta aquí
y estoy segura que te recordaré,
espero seas feliz.
Gracias por acompañarme,
me siento afortunada
y también algo angustiada,
por la despedida,
aunque sé que pronto pasará.
Natalia Cabanillas Sola
nataliasola.com
Leer sus escritos