Se detienen lentamente
como un tren atestado de gente que huye
forzados, desplazados de la vida
prestos, temerosos
a una transformación inclemente.
Seres que vagan
disfrazando sus penas
y vistiendo de gala su agonía
sobre un bello manto de melancolía
que los descubre
hasta convertirlos en esclavos.
¡Mil años de esclavitud!
para los que se resisten al cambio
ciegos del tiempo
prisioneros de su propio espacio
que van cayendo como ratas al vacío.
Caminan como cerdos
pobres animales condenados a saciar el hambre
de los que tienen platos y cubiertos
majestuosas fiestas
banquetes de reyes y reinas
¡Qué vergüenza!
y ustedes todavía resistiendo
negándose a ser criaturas mutantes
porque les atemoriza transformarse.
Todos somos entidades obligadas a cambiar de forma
objetos animados para movernos de lugar
millones de insectos
cien moluscos, miles de crustáceos.
Entonces, ¿A qué le temen?
a ser irreversibles
a abandonar su comportamiento
a ser expulsados de un lugar
que ya no les apetece
ni les pertenece.
Sean dignos
no se interpongan al destino
que los hace libres
los transforma en un himno universal
¡Son afortunados!
Entes convertidos
sin dogmas ni creencias
más allá de las verdaderas
las propias
que nacen de su metamorfosis interna
la crisálida explota
y la mariposa pilotea.
Y ustedes
desplazados, ciegos, cerdos, prisioneros
¿Qué esperan?

Kervin Briceño Álvarez
@prisonerofideas
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