Es madrugada,
un pájaro enamorado ha venido a recitarme.
Es un poema de octubre,
lo sé porque por las noches hablo
el lenguaje de las aves.
Todos morimos cuando la luz se apaga
y el cielo nos devuelve a los espíritus.
Los versos sobre un viejo árbol
penetran en mis sábanas.
Hay cortezas que silban magia
y ocultan orugas de satén.
No puedo partir a tu mundo vegetal, amado mío,
aunque sonámbula me quieres,
mis manos aún se aferran a la vida.
Yo no sé de pájaros, ni tampoco de poemas,
pero es madrugada y hablo
el lenguaje de las aves.

Laura Carrillo Palacios
@laia_bonheur
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