Hora punta,
La cola y el bus que no llegan
Al histrionismo habitual de mi mano
Obsesión,
También le han llamado
Ahora se viste de fobia
Porque la paloma que salta sobre
El asiento de las bicicletas
Desafía la inercia de estas
¿De qué sirve la rueda
Si la cuesta abajo está tugurizada?
Los cuerpos esperan su muerte
Como los signos que asesina el teclado
En un circuito desprovisto de lágrimas
Abundante de inteligencia
Conocer la expiración
Por ignorar la inspiración
Instante de paloma que se electrocuta
Y jacarandá que se seca
Todas las voces calladas
En sequías o descargas
El saberme acompañada debería
Aliviar el terror de la azul fosa común
Pero el surco que convierte
Mi cuerpo en río
Teme más a la evolución de un origen
Que sueña su fin como
El caer de un precipicio
Sin suelo al
Que replicar
El problema nunca fue no poder
Volar,
Sino no poder,
Arribar
Ambicionando el tacto del colapso
Inventamos un beso a quien no tiene labios
Y a los labios la sacudida
De curar huesos rotos
En instalaciones de plantas nucleares
Lo que duren los tres minutos
De esta canción
Y cuantas veces vayas a repetirla
Hasta desbordar el culto
De describir el cielo
Al descansar el cuello
En su natural rotación
Cada que lo engañamos con el viento
Y el desorden de cabellos

Marianela Garrido
@marianela.1l1
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