Dices que es triste mi poesía,
que lloran los versos
por las esquinas
y asalta la melancolía
como asalta la inesperada lluvia
en una tarde de agosto.
Que escasea la alegría,
y eso que a veces contengo
el torrente hambriento de mi lamento,
a veces me contengo
porque así me siento menos desnuda
y un poco más desprotegida.
Pero no es triste mi poesía,
nace de la memoria marchita,
de un ayer superado
y de un ahora que tiene la valentía
de besar la frente al pasado.
No es triste evocar el dolor,
lo triste es ocultarlo,
porque de mi dolor brotaron flores
y ahora
vivo en un jardín.

Alba Guillén
@_albaguillen
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