Dios te guarde, hermano,
en su gloria eterna
cuando venga a buscarte
el alma la Muerte.
Dios te guarde
de correr mi misma suerte.
Ahora entiendo
el cuento de Peter Pan
y no le encuentro la lógica
a esas absurdas ganas de crecer
que tenemos
cuando somos tan pequeños
como un átomo
en el firmamento.
Dios te guarde
de cometer una imprudencia,
Dios te guarde del perdón
que yo le imploro
en las noches de ceniza,
Dios te guarde del secreto
y la guadaña,
Dios te guarde de esta guerra
que me asola.
Dios te guarde, hermano,
de deberte a un bien mayor
o ser devoto de un mal hombre.
Dios te guarde de los brazos
criminales y las sectas
que se cuelan en la mente.
Dios te guarde de entender
la sed y el hambre,
Dios te guarde.
Dios te guarde, hermano,
de crecer,
Dios te guarde
de mi nombre.

Enrique Morte
@enrique.morte_poesia
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