I try to stay awake and remember my name but
everybody is changin’ and I don’t feel the same.
KEANE
Éramos niños
pero un día miramos nuestras casas y vimos
las casas de nuestros padres.
Ahora ha llegado el fin del encantamiento
y conocemos
el instinto de supervivencia, la visión
de una nueva rebeldía:
soledad para pensar el futuro.
Y qué difícil es
soñar sin una tribu.
Y qué difícil ver que estoy solo en mis planes,
que nadie va delante para abrirme
o revelarme un camino,
que nadie va
detrás, confiando en mí, para compartir conmigo
las alegrías.
¿A dónde pertenecemos? ¿A dónde
caminaremos?
Todo el mundo está escapando,
las raíces
nos regurgitan, nos empujan lejos de nuestra tierra.

Fernando Benito F. de la Cigoña
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