«No es cierto», digo al evidente paso de los días

«No es cierto», digo al evidente paso de los días
y escuece el rescoldo del abrazo siempre ausente.
¿Qué permanece de un dorado clamor que se fue pronto?
Me parece que le escucho sollozando
reducido entre mis dos grandes silencios.
Son las horas ellas mismas, ciegas y tajantes,
catarata de navajas
estampida que deforma
mi ingenua intención de recordar.

La contundente primavera comienza en un retoño
del que nadie sabe nada
justo así como yo pierdo lo perdido;
sé tan solo lo que sé, que es siempre menos
como lo hondo de la herida es siempre menos.

«No es cierto», ruego al impetuoso paso de las noches,
«no es verdad lo que de pronto no conozco
de una vida erosionada por el tiempo».
Se habrá ido de mí
y si es marzo no sabré que marzo me dolía
ni tampoco cuál de todas mis frondosas cicatrices
habrá sido la primera en germinar.

Pero algo permanece todavía, brasa última de mi sol extinto
he resistido en el instante inasible
por si acaso también puede sospecharme
mientras yo aún sepa qué es,
qué era.
Estoy a punto de dejarme derrotar por su imagen ya confusa
¿qué era?
Me falta, se va, y no sé qué era; enmudece, terrible, toda la gente
todos los tiempos, toda la vida, todo el olvido,
todo el silencio enmudece
y me parece que le escucho sollozando

y es el eco
de aquel nombre
que yo callo.

(Hasta siempre)

emma calderón escritora poeta

Emma Calderón
@emmaland_m
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Una respuesta a “«No es cierto», digo al evidente paso de los días”

  1. Buen poema, profundo. Gracias por compartirlo.

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