Llevo el alma y la vida
como fragmentos de una huida
descosida en mis zapatos tristes.
Y es que no he aprendido todavía
a caminar si no es contigo,
no he aprendido a desatarme
aquellas botas maltratadas,
aún a falta de una capa de betún,
y correr por las praderas
descalzo de simbologías,
desnudo al tacto de las espinas
y las flores.
No puedo desarmar esta coraza,
me he resignado en esta vida
a no sentir…
Será que odio aquel espejo
que mostraba mis rarezas,
será que odio de mí
la parte de ti que todavía proyecta.

Enrique Morte
@enrique.morte_poesia
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