Un buen día
lo que siempre creí fantasía
llega a mi puerta,
me sorprende y me saluda,
me despeja viejas dudas
y a unas nuevas me enfrenta.
Y ahora
el rumor de su sonrisa
quiebra mi voluntad
aunque lo intente evitar.
Entonces
en medio de la prisa
le quito minutos al tiempo
y firmo el consentimiento
de dejarme robar un beso,
queriendo rogarle al ladrón
que se lleve más que eso:
mis prejuicios y mis miedos.

Mafe Piñeres
@mafepineres
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