No te esperaba tan pronto
sentí tu presencia cuando estabas detrás de la puerta
tan fría, vacía y silenciosa como una brisa en otoño.
Sentada en lo que antes era un viejo piso de madera
caigo como hojarasca en un infinito de introspección
tu presencia gélida y mi cuerpo tibio se compenetran
para hacer brillar la psiquis, estaremos juntos.
Quizás mañana
quizás en un par de semanas
quizás el próximo mes.
Como ola que regresa a tierra
vuelves y me envuelves con tu alma penumbrosa
mientras caigo recuerdo el motivo de tu llegada
sonrió sin más y te digo
hola, soledad, una vez más.

Lina Rodríguez
@lina_aria
Leer sus escritos


Deja un comentario