Agua firme

Un destello de luz
levita
posando
ante una límpida mirada,
escindida
al rojo fuego
de unos ojos
que embelesan.

Hay un fuego flotando en el mar.
Hay hombres
y mujeres
y sueños,
que se han levantado
a pesar de la sal y el sol
que le han castigado la cara,
encendidos
como las velas,
alzados como las llamas
con una esperanza al otro lado
del océano.

Un revoltijo de lenguas
y cuerdas
se agolpan
en las cubiertas
De boca en boca
de mano en mano
pasan las historias
de las huidas,
de los llantos
que son el equipaje
más pesado
además de la miseria.

Ahí y a lo lejos,
me encuentro
varado entre muros y vallas,
cuerpos amordazados
de quienes intentaron
encontrar un exhalo de vida,
de quienes intentaron
atravesar la frontera,
lágrimas y alaridos de un niño
cantando
¡Ay mamá!
¿Dónde estarás?
Ven
y abrázame.

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