Tanto me juzgo,
me condeno y me perdono,
que renuncié a mi propio arbitraje.
Tal vez merezco apelación
de mi piadoso corazón
que a más de uno absolvió.
Tendré que desmantelar
la desmedida crueldad
con que me acuso.
Y desenvainar la espada
en mi propia defensa
y perdonar todas las ofensas.

Mafe Piñeres
@mafepineres
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