Silencio.
El mar está en calma
y aun en calma me atormenta.
Se atraganta la quietud de tus palabras
y a lo lejos se presiente el huracán.
Me aferro al sosiego de tu piel
aun sabiendas que arde luego.
Y quema.
Quema y duele si te marchas.
Y vuelve el silencio,
me envuelve la calma
y la lloro a escondidas.
Y a oscuras solo se oye la ansiedad.
Se oye.
Se oye y se siente.
Y pesa a veces tu sonrisa
cuando no halla la mía si la busca.
Y otra vez el mar tranquilo.
Me atormenta la calma.
Me atormenta el silencio.
El silencio.
El silen…

Irene Chiquero
@nenescritos
Leer sus escritos


Deja un comentario