Llevo la maleta pegada a la espalda,
soy una tortuga que lleva la casa a cuestas
porque siempre tienes que estar listo para volver
aunque sabes que nunca regresarás.
Haces vuelos diarios
al suelo enjabonado
de la cocina,
mientras fuera de tu mente,
cuentas cuánto te falta
para poder viajar
y dejar de ser la migrante
para ser la turista.
Llevo mi casa a cuestas
por si algún día
el suelo que piso se desvanece
y tengo que encontrar
un cajón para esta alma de alas rotas.
Tengo las pocas pertenencias
que me importan a la vista
por si me tengo que ir corriendo,
como ladrón en la noche,
estoy lista por si algún día
mis pies pierden sostén
y tengo que dar a luz
a un vuelo permanente.

Sabrina Feliz
justlittlerandomwritings
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