No hay matices
en los que no te intuya.
Entiendo tu andar:
viento rojo,
lapsos,
como huracán cristalino.
Es una interacción fuerte,
un cuchillo de hielo ígneo.
En parte es mía
brota
de un interior lumbre
cura
unida a tu espejo de tierra
crea
tormenta de silencio nos desnuda.
Estas brisas cortantes,
donde flotan retazos de tu olor…
Tanto viento me desorganiza,
no me deja respirar:
tu recuerdo me atenaza la garganta.
Diluvian mis ojos
que parecen volar entre las arenas
como oscuras mariposas hechas harapos.
Eres, somos una calima…
Eres, somos un vendaval que pasa,
que nos abre el alma,
que nos expone,
nos grita.
No me resisto.
No puedo.
Entonces
¿por qué tengo amar de miedo?

Araceli Gutiérrez Olivares
versosenelmetaverso
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Roberto Garcés Marrero
@rgmar84
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