Andaba un pulpo,
anoche entre mis sueños.
Ese pulpo se volvió nieve nadando.
Se volvió también
toda aquella cosa clara que respira;
como un gato, una cala o una nube.
¿Cuántas derrotas abrazaste, pulpo,
antes de alcanzar tu ocaso?
Antes de tocar lo decretado
como victoria ajena.
Andaba un pulpo,
anoche entre mis sueños.
De cuerpo maleable y sombrío,
con la mirada horizontalmente estática.
Pulpo centinela,
en el descanso del gentío;
dime si alguna vez
transitaste sus sueños más viscerales.



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