Decirte

¿Qué palabra pongo en mi letra
si no sé qué letra queda en mi carne?
Tengo una pregunta,
se me atraganta en el diente
y me hunde la calidez amarga
del pasado.
Fui mensajera un tiempo
cuando mi vida giraba
era vuelta encarnada
y tenía risa por pariente.
¿Qué puedo decirte
si decir ya nada me queda?
Ojalá recordase a qué venía,
pero ninguno venimos por nada
aceptamos el juego eterno de los días
y el peso de los huesos como mortaja.
¿Qué puedo callarme
cuando silencio ha sido mi vida?
Ya todo lo enterré entre mis años
comí el secreto que me hería
y dejé que mi lengua
me encontrase a mí misma.