Estoy
podrido.
En el viento sólo existen los tornados,
nada de brisas plácidas
que acaricien a
los desamparados.
Fijaros en los cortes:
las grietas en mis ojos
que una vez fueron
faros,
ahora, me dan de lado.
No hay nadie
que palie
la enormidad de este tinglado,
ni timbre para bajarse hay,
ni grados para el agobio hay,
pero el hambre y la miseria sí existen,
y la gente
se da
de lado.
No existe la cordura
en el sarcasmo descontrolado
hemos dejado
todo
en ruinas,
todo
lo conquistamos.
Por: Joan Aniorte (España)
instagram.com/joananiorte
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