Te ofrecí las noches de incienso,
te di las tardes de verano,
y deseo darte otras estrellas.
Deseo ofrecerte el color de las velas,
el aliento del sol
y la suavidad de las plumas.
Nacer de nuevo
con el calor de tu cuerpo.
Besarte, como las olas besan la arena.
Sentirte, como en aquel ocaso.
Dibujar sobre tu piel
palabras,
sentimientos.
Transcender lo tocable
para sentir lo intocable.
Tienes raíces milenarias
y en mi interior siguen creciendo.
Inundas todos los rincones del alma.
Acostarme en espuma
y quedar mojada de deseo.
Ir más allá de los sueños.
Tu amor me enloquece,
levanta partículas doradas
que ciega la mirada.
Lo llenas todo de sentido,
caer en tu tela de araña,
hacerlo para siempre.

Precioso!
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Gracias Patricia. Precioso es tu blog que ya estoy siguiendo. Un abrazo
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Intenso, emocionante… que llega al corazón. Un beso prima
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