Somos mujeres,
libres hasta que se demuestre lo contrario.
Mujeres que sienten,
duelen, viven, sueñan,
lloran pero ríen.
Somos mujeres,
inéditas de ella, y aquella, y esta, y la otra.
Diferentes, por calidad, por mejoría.
Somos lo que queramos ser,
cómo, cuando y donde nos apetezca estar.
Sin cadenas, sin arneses, sin cúpulas
que almacenen nuestro oxígeno
y nos lo expulsen cual boomeran;
para matarnos, erradicarnos.
Somos mujeres,
preparadas -o no- para estar en este mundo,
donde luchar es el alimento
y vivir el aliento.
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