La luz y el poeta

¿Alguna vez has pensado en cómo brillan las estrellas?

Son tan sutiles como las caricias que 

podamos pedir a la persona más indicada,

esa que nos iluminaría en el abismo más oscuro.

Tímidas, como en adolescencia

 sin controlar nuestro lugar en el mundo.

Agrupadas, como la humanidad se niega a vivir.

Como una nebulosa, 

como un todo,

como las almas de todos aquellos poetas que brillaron para ahora dejarnos respirar sus letras.

Los poetas que quemaron, 

fusilaron, 

amedrentaron, 

maltrataron, 

odiaron, 

ignoraron… 

Los genios poetas que hicieron nuestra carne papel, 

nuestros sentidos:

rimas,

y nuestras vidas:

versos;

tienen mucho más en común con las estrellas

de lo que todos los humanos tenemos con nosotros mismos.

Poetas y estrellas relucen a los años, 

siglos, 

milenios, 

después de haber sido lo que nadie veía, 

lo que nadie supo leer.

Y quizás la luz consista en eso, en vivir sin atención para luego alumbrar durante siglos 

en un libro

impreso

reconocido

ilustremente iluminado.

O en una piel

como mujer

como poeta

que ni el tiempo

ni el anonimato

matará.

Mamen Monsoriumamenmonsoriu

3 respuestas a “La luz y el poeta”

  1. ¡Qué hermosura! La naturalidad de los versos libres.

    Le gusta a 1 persona

  2. Avatar de José Carlos Mena

    Muy bonito.

    Le gusta a 1 persona

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