¡Ay de mí! ¡Ay de mí!
Pues de entre todas las flores
la más marchita siempre fui,
ni con los rocíos más dulces
los colores brotarán,
mucho menos el tallo erguirá.
Más con el fuerte viento
mi fortaleza siempre ostento.
Por: Ana María González (México)
twitter.com/anamgr13
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Cuando la vida no te da belleza te da fortaleza.
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Un abrazo.
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