Vivimos en un mundo
donde reina el marketing,
donde la hipocresía critica a los mártires,
y un mundo en el que todo vale,
nada vale nada.
Vivimos en un mundo donde la justicia no es justa,
el poder no lo tiene la mayoría, sino unos pocos
y donde el dinero lo mueve todo.
Vivimos en un mundo donde los libros quedan desterrados un día tras otro,
un mundo donde los «realities»,
tristemente, muestran la realidad del país
y donde el espíritu altruista
es aplastado por el consumismo.
Un mundo donde los valores no se valoran,
donde más que cuentos de hadas
hay hadas con cuento,
un mundo lleno de lobos
y sin ninguna caperucita samaritana.
Por: Leer entre curvas (España)
instagram.com/leerentrecurvas
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