Cuántas veces quisimos ser algo,
en lo que ahora ni siquiera pensamos.
Cuántas veces quisimos soñar, ser, poder, conseguir
lo que nuestra mente nos obligaba a sentir.
Cuántas veces soñamos con alcanzar el cielo y vivir en él.
Tan niños y tan ciertos,
la inocencia de querer y poder,
las ganas de comer
y alimentarnos
con un mundo que ahora,
no tiene que ver
con lo que vimos ser.
¿Ser algo? ¿Acaso ser no es uno mismo y no lo que a lo que uno se dedique o ambicione?.
Con todo respeto una auténtica cursilería y una ofensa llamarle escritura a esto.
Basta de cielos, Los infiernos también existen. Los sueños están bien para eso, sueños, no más.
Saludos
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Pues me disculpa usted, Jose Lobo, pero una auténtica tontería es su comentario pues deja bien claro que no ha leído todo o lo ha leído sin leer, no ha entendido ni un poquito lo que quiere decir.
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Es un gran poema, una verdad innegable… Un mundo que es diferente de lo que creíamos y es por eso que estamos en la obligación de no dejar de ser esos niños con sueños y esperanzados, para que sea un poco mejor; no ser un zombie más de la sociedad. Bueno, es lo que yo percibo. Saludos 🙂
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