Tiembla la noche

Tiemblan tus pupilas,
tu alma de animal,
transparente y sucia
de pólvora y metal.

Tu herida no cicatriza:
un veneno no la deja cerrar.
Una sombra cosida a ella
oscura, negra y llena de maldad.

Te la quieres quitar, pero quema;
y tus dedos, insensibles,
no pueden secar tus lágrimas,
ni escribir en tu interior «Libre».

Otra vez se escuchan pasos,
otra vez viene la noche,
otra vez duele la herida,
otra vez, tu corazón se esconde.

Otro mensaje, otra llamada.
Otra promesa de devolverte la paz.
Otra vez querrás creer.
Otra vez caerás en la oscuridad.

Tiemblan tus pupilas
y tu mirada me alcanza.
Los puñales de tu interior
también pinchan mi alma.

Tiemblan tus pupilas,
tiemblan tus piernas,
tiembla toda tu vida,
tu esperanza termina.

Hoy, tiembla la tierra
aunque tú no digas nada.
Hoy, suena un réquiem en lo alto.
Hoy, tu sonrisa ha sido asesinada.

[otra vez]

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4 respuestas a “Tiembla la noche”

  1. «Tiemblan tus pupilas» es un verso que recordaré

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    1. Me alegro que te haya llegado, gracias por comentar! 🙂

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  2. Profunda e inquietante. Me encanta. Enhorabuena.

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    1. Muchísimas gracias por el comentario 🙂 Me alegra que te guste ! 🙂

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