Era huérfana, así que podía darse por muerta en medio de aquella devastadora tormenta de nieve… Se hizo un diminuto ovillo de tristeza en un rinconcito y entre fuertes escalofríos esperó el final. En su cabeza una idea martilleaba: ¿No merezco que nadie me abrace?
Lentamente todo se hizo negro. Casi no sentía nada excepto dolor…
De pronto sintió calor; pensó que había muerto. Abrió los ojos y vio el milagro: una madre le regalaba el ansiado abrazo. Pero ¿cuál de todas?
¿Acaso eso importa?
TIERNO Y ESTUPENDO RELATO
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué bueno que te gustó, gracias por tus palabras; bendiciones.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hermoso escrito. 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, es un honor que lo hayas leído. Bendiciones.
Me gustaMe gusta
👌
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hermoso 👏👏😍
Me gustaLe gusta a 1 persona
Agradezco que lo aprecies; bendiciones para tu vida.
Me gustaMe gusta