Sombrío el suelo, luz en las alturas
reina el frío de enero en tus entrañas
sol en el exterior
contraste seductor y misterioso.
Escondido en tu seno de algodón
despierta el pueblo lóbrego y cegado
envueltos por un manto de humedad
los abrigos, las almas y las ganas.
Escapé de tu abrazo en la alborada
rebasé tu frontera en la ascensión.
Ahora observo la magia de tu imagen
mar aterciopelado, fugaz, níveo y voluble,
aguardo a que tu estampa se diluya
subas el telón, mutes el paisaje
liberes de tu embrujo a los tejados.
Dejes paso a la luz.
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