En la oscuridad de la noche
duermen los sueños desahuciados
de unos descartes ya olvidados
por la sociedad del derroche.
Huyendo, evitando los roces
de una humanidad que con sus manos
construye el futuro diezmando
a sus ciudadanos, a golpes.
Y, así, muere la esperanza
en este cementerio urbano
que entierra en sus cloacas
las ilusiones que en vano
algunos desdichados guardan
de salir de este Gran Hermano.



Replica a elguarrojuegodeldestino Cancelar la respuesta