Brillaron tus ojos al decirlo,
brillaron como dos puñales:
“Soy un pez pequeño
que hoy se come al grande”.
Todos esos besos
en los pasadizos de tu cuerpo
fueron las obras de arte
de ese fuego que apagaste.
“Gasolina y golosinas.
Eso que nunca nos falte.”
Fuimos peces de agua dulce
a merced del oleaje.
Tu hechicería perversa
y mi magia siempre negra
corrieron a estrellarse.
Y, mi pez,
mi amante,
devoraste pronto al grande.
Clavó colmillos en mi corazón
tu supuesto amor salvaje.
Vampiresa de emociones,
devuélveme mi sangre.
Se acabaron los viajes
al centro de tu boca.
Yo siempre fui de Marte.
Y tú…
Tú eres de Venus ahora.
Cien mentiras por banda
y tu orgullo a toda vela.
Alejaste a este pirata de tus mares
con tu colección de tempestades.
Pero eso tú ya lo sabes,
pez minúsculo,
de aguas sucias,
que te comes a los grandes.
Y por no saber qué hacer,
ya no sabes lo que haces.
Eres solo un pez chiquito
escupiendo al infinito.
Me arrancaré tus espinas,
tal vez.
O haré que el cielo se nos caiga encima.
Secuestraré tu mirada.
Pondré unicornios en llamas.
Desharé el nudo de mi garganta.
Jaque a la reina en su tela de araña.
No haces más que envenenarte.
Pero eso…, eso tú ya lo sabes,
que en el confín de lo maldito,
pez enano, pez de nadie,
te comiste a uno más grande.
Muy bueno!!!
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Muy agradecido.
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Muy buena tu imaginación !
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Gracias. La irrealidad es como el azúcar en el café. Dulce es mejor.
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Me ha gustado mucho Tony. Un abrazo compi.
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Gracias, Lola. La poesía no es mi hábitat. Pero algo voy aprendiendo de las ganadoras 😊.
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Pues lo haces muy bien Tony, sigue practicando, sé que nos sorprenderás.
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