Nos manifestaremos como hicimos ayer,
la fábrica es suya
pero nuestro el poder.
Las élites,
habitan en todas partes.
Sin elección
ni comuna,
sin decisión
mas propensa
a ser la dominación
del que no puede representarse.
La política,
democracia,
España,
los españoles,
que gran parábola de metáforas
habidas y por haber.
No nos queremos
la humillación
nos es indiferente.
Hacernos sentir impotentes,
como quien balbucea
«no quiero».
Sin voto,
sin lucha.
Quiero volar,
sin estar anclada
a lo que digo
cómo
dónde
y hacia quién
lo digo.
Lo siento,
señor presidente,
gobierno,
familias de altar,
la democracia
nunca existió.
En este campo de minas,
sólo gana el poder.
[La libertad de exclusión
siempre con los guantes del gato
que en la oscuridad predica
no ser cazado].