Entendí que el amor no es un juego de niños,
que si quieren quemarte, te queman.
Que tiene el poder de convertirse en error
y que solamente aprendes
si te empujan para caerte.
Que no te permite estar en el palco viendo las vistas,
porque hasta estando de cerca y no en el asunto,
al final acabas enamorándote.
Y es que cómo vamos a extrañar
algo que nunca hemos sentido.
Que los glaciares no se derriten rápido
porque su hielo es mayor
que el calor que le arropan.
Que a veces el sol se cansa de ser tan cálido
y que necesita reflejarse en alguien
para poder seguir viviendo.
Y es que a veces no nos damos cuenta,
pero del amor al infierno hay un paso
y hay corazones,
que en cada enamoramiento
hacen dos.



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