Apuesto por tu esperanza
cuando todo parezca ser veneno.
Derroto las barreras,
cuando cada beso tiene el gusto
de dejarme con la herida que escuece
pero que no sana.
Qué triste cuando la tristeza tiene la capacidad
de entristecerte
como única cualidad dada.
Y es que no podemos pedir,
que lo derrumbado se construya
con las mismas grietas del pasado.
A veces no es el acierto
aquello que queremos
por pura necesidad.
Y solo acertamos
cuando comprendemos
que no es necesario morir de amor
para poder estar vivo.



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