En la mitad que aún conservo del alma

Del enceguecedor vacío de su imagen
duelen los ojos de tanto no verle,
como los pechos sin cría
me duelen los besos que esperan por su boca;
duele el sonido ensordecedor de su silencio
y se acumulan en mi espalda y pesan
todos los abrazos que quise darle.

Duelen en mis manos las caricias pendientes,
y aquellos pasos que ya no acompañan su camino
le duelen hoy a mis pies,
duele tanto y tanto el espacio vacío
que ocupa su ausencia en mi cama,
y del roce insistentemente lejano de sus manos
no me soporto la piel.

Me duelen las mariposas que se niegan a rendirse
y la mueca de tristeza que ha cubierto de polvo
la sonrisa de verle llegar;
es que aún duelen los minutos previos a su despedida,
duele el miedo a las certezas, duele la realidad,
las hojas del almanaque vacías y los segundos eternos,
cada promesa fallida
y en la mitad, que aún conservo, del alma,
duele usted que no me amó.

No señor mío, no a todos nos cura el tiempo,
el amor que a mi me aqueja, voluntarioso, terco,
no se acaba porque digamos adiós,
se acaba cuando deje de doler
y usted todavía me duele.

 

7 respuestas a “En la mitad que aún conservo del alma”

  1. Avatar de carlosverapoetry
    carlosverapoetry

    Precioso.

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  2. Muy profundo y sentido. Es un poema precioso. ♥

    Le gusta a 2 personas

    1. Gracias Loli, me alegra que te guste.

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  3. Si, el tiempo cura, solo hay que darle tiempo. 😉
    Buen poema!
    Saluditos.

    Le gusta a 2 personas

  4. Saludos, gracias por la lectura.
    Un abrazo

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  5. El dolor va más allá de la piel, del alma, se adhiere a cada célula del ser..¿Opciones? dejarlo sembrar el caos en nosotros, usarlo para estos versos sin destinatario… Besos al vacío

    Le gusta a 1 persona

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