Susurro penetrante,
alfiler en ojillo,
bordando ideales sin orden común.
Tejedor arrogante,
jugando a lazarillo,
punteaste costuras dejando algún
hilacho ora sobrante.
No te sueltes hilillo,
tus retazos parchan mis huecos aún.
Susurro penetrante,
alfiler en ojillo,
bordando ideales sin orden común.
Tejedor arrogante,
jugando a lazarillo,
punteaste costuras dejando algún
hilacho ora sobrante.
No te sueltes hilillo,
tus retazos parchan mis huecos aún.
Entradas relacionadas
Deja una respuesta