Como una semilla
germiné en tu vientre,
nueve meses aferrada a ti;
sintiendo sobre mí
tu corazón latente
tu voz armoniosa
tu cuidado constante.
Con tus manos,
has forjado mi camino.
Con tu palabra,
has corregido mis desvíos.
Con tu amor,
has sostenido el sentido.
Sentido de vivir,
sentido de seguir,
el sentido de comprender el mundo
a través de mis capacidades.
Eres la hojalata
que me protege
cuando desnuda me encuentro
en una guerra
de razones irrazonables.
Eres el regazo,
saciable descanso
en el que sin penas
consigo mi paz.
Eres la luz
esperanza de mi sombra
y entendimiento
de mi desconcierto.
Siempre serás,
mi canción favorita
mi elección certera
mi abrazo perfecto
mi caricia profunda
y mi amor eterno.
Traes más vida
a la vida que me diste.
Traes felicidad,
desde el instante
que pude decirte:
Mamá.



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