El tiempo que he tardado
en escribir sobre ti.
Las horas que he estado
imaginándonos allí.
Las veces que te he echado
de menos esta semana
sin añadir las noches
cuando sobra media cama.
Los besos que me faltaron
en aquella despedida.
Las veces que quiero soñarte
cuando me quedo dormida.
Los intentos de convertirte
otra vez en poesía.
Las veces que he contado
las semanas y los días
hasta ese seis de diciembre
que parece que no llega,
el reloj va despacio
cuando contigo se acelera.
Los te quiero que me faltan,
los que yo aún te debo.
Las lágrimas que nos sobran
por la dificultad y los miedos.
Los mensajes que no quiero
volver a enviar
porque mi voz quiere decirte,
mi oído te quiere escuchar.
Las veces que nos convencemos
de que hay que seguir,
de que esto es un rato,
y lo bueno va a venir.
Las veces que hemos fallado,
y tenido paciencia.
En las que todo salió mal
y nos llenamos de impotencia.
Las razones para aguantar,
sufrir, querernos, persistir.
Ojalá solo dure un año,
Y este poema tenga fin.



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