Me sostiene un sueño vano
enraizado en tierra floja,
cada vez que el viento sopla
tuerce el tronco de mi árbol.
En la sabia me decanto
cada duda que me aflora,
suelto frutas cuando asoman
los colores del verano.
En las betas he grabado
por anillo una memoria,
nudos negros que denotan
mis anhelos olvidados.