Mi juventud no pende de un hilo de plata
ni mi actitud se pinta del color de mi cabello,
sí me salen canas, pero me sobran ganas:
ocultar los años no es ahorrarse los daños.
Las canas no son invasoras,
llegan a cualquier edad o cualquier hora
y aunque parezca un asunto de belleza
es motivo de orgullo tenerlas en la cabeza.
Canas y cicatrices,
intentar ocultarlas es ser infelices,
son evidencias de las lecciones:
la huella que dejan nuestras decisiones.
Negro, gris y blanco
¿El color define algo?
Un arco iris de matices contando una historia
porque las canas nos ayudan a tener buena memoria.
No está mal ocultarlas
ni tampoco lucirlas,
hay que aceptarlas y disfrutarlas:
me sobran ganas de tener canas y presumirlas.



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